El pasado 10 de octubre comenzaron las nuevas administraciones y vaya sorpresas nos dieron en las primeras sesiones. A pesar de que en su mayoría de los municipios de la región noreste, las sesiones solemnes de instalación se llevaron de forma tranquila y sin aparentes situaciones de conflicto, en las primeras sesiones ordinarias vinieron los estupores y marcaron la línea que se vivirán en los próximos meses al interior de los Ayuntamientos del otro Guanajuato, el del Noreste, donde también se “cuecen habas.”
En San José de Iturbide, por ejemplo, la oposición hace claramente sus primeros amagos y en una jugada que sacó de balance al alcalde Manuel Montes, le tronaron la primera sesión ordinaria del Ayuntamiento, tras las propuestas de los titulares de la Secretaría del Ayuntamiento y de la persona titular de la Tesorería.
El mensaje es claro de la oposición y el alcalde deberá hacer gala de las habilidades que tenga para generar el diálogo, la apertura y obviamente negociar con los opositores. De lo contrario, generará una escalada en los conflictos que, llegarán a la ingobernabilidad, siendo los más perjudicados los iturbidenses. Tras tronar la sesión, el alcalde instruyó a quien fungía como secretaria de actas, a que llamara a los suplentes de los regidores de los recién investidos, sin tomar en cuenta lo establecido por la Ley para el Gobierno y Administración de los Municipios del Estado de Guanajuato para que los suplentes pudieran entrar en funciones, hay que ser puntuales, responsables y observadores de la ley.
Doctor Mora. Tal parece que el alcalde Edgar Javier seguirá en caballo de hacienda y sin respetar a la ciudadanía, pues inició su sesión solemne con más de una hora de retraso y sin total respeto a las formalidades. Aunado a ello es más que evidente que no hay quien genere verdaderos contrapesos al interior del cabildo, puesto que, en su mayoría, los integrantes de la oposición desconocen de sus propias funciones; además de ser clara la incapacidad de los regidores de oposición de generar un verdadero análisis de los temas, promover el debate y sobre todo hacer propuestas certeras; vaya el colmo de quienes ya han ocupado cargos estratégicos anteriormente.
San Luis de la Paz. El municipio cabecera de la región noreste, llevó a cabo su sesión solemne de manera tranquila. En la primera ordinaria, llevaron a cabo, sin contratiempos, la designación de Secretario del Ayuntamiento y Tesorero Municipal y se procedió a la entrega recepción, esperemos el resultado del trabajo que realicen los nuevos directores en la revisión de sus nuevos encargos.
Lo que resaltó en el nuevo cabildo ludovicense, es la solicitud de licencia de dos de los recientemente protestados regidores, el C. Daniel Rivera Rivera de Acción Nacional y de MORENA Filiberto Ledesma Arvizu. Ambos ediles, bajo el argumento de tratarse de asuntos personales, por lo que fueron llamados y protestados los regidores suplentes por el alcalde Rubén Urías.
Victoria. Esperemos que al municipio le aplique aquel viejo adagio “al que madruga Dios le ayuda” tras tres administraciones encabezadas por el partido Acción Nacional, de nueva cuenta los victorenses optaron por la alternancia, encabezada por J. Salomón Espínola Mendieta, quien por la noche del 9 de octubre realizó una ceremonia frente a la Presidencia Municipal y, hasta el momento, todo luce en aparente tranquilidad, ya de la revisión que se realice por la comisión de hacienda podrán desprenderse las primeras arremetidas a los antecesores.
Tierra Blanca. ¿Continuidad o continuismo? El reelecto alcalde Rómulo Cabrera, deberá hacer gala de la experiencia para que exista una verdadera continuidad. En su mensaje de la sesión solemne dejo en claro que busca una transformación y ser atento de las necesidades de la población, por el bien de los terrablanqueses que así sea.
Son pocas las horas de haberse instalado los ayuntamientos, pero de algo debemos estar seguros, darán mucho de qué hablar en los próximos tres años. Sin embargo, es de notar que en la mayoría de los ayuntamientos, de forma muy hermética, se han mantenido los perfiles y nombres de los directores y encargados de áreas, aunque de nada sirve maquillar u ocultar los nombres, ya que en nada cambiará la realidad de las administraciones, pues de las personas que se encuentren al frente dependerá del éxito o fracaso que tengan.